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miércoles, 25 de octubre de 2023

Calalberche, una ratonera inundada

 

 

¿Sabes qué es o dónde se encuentra Calalberche?

Pues es una urbanización que pertenece al Ayuntamiento de Santa Cruz del Retamar, en Toledo, España. Entra en la web de nuestro Ayto.  y comprueba que no hay nada publicado sobre la DANA, a pesar de que hemos sido declarados zona catastrófica. El ayuntamiento oculta nuestra realidad y miseria. Ellos están a 20 kilómetros de nuestra urbanización y se gastan los impuestos en lo que a ellos les conviene, para no perder votantes. Aquí invierten lo mínimo.

El gobierno de Castilla La Mancha nos ignora, también. El Sr. García Page, presidente de CLM, ha demostrado su falta de humanidad y su desprecio por los necesitados. Aquí no se ha presentado durante, ni después de la DANA. Tampoco ha destinado un céntimo a paliar las desgracias acaecidas aquí por esa tormenta. Nuestro concejal, en la reunión informativa del 1 de octubre, declaró que, al solicitar ayuda a la Diputación de Toledo, le respondieron que no sabían de la existencia de Calalberche.  Creo que es la prueba más contundente de lo que le importamos a los políticos de CLM.

Calalberche no es una urbanización ilegal ni chabolista. Tenemos nuestras infraestructuras, pero todas obsoletas. Pagamos religiosamente nuestro IBI, nuestra tasa de basuras, nuestro punto limpio, nuestra oficina delegada de concejalía. Pagábamos nuestro cuerpo de policía local. Pagamos nuestro consumo de agua, no potable, extraída del río Alberche, abandonado por la Confederación del Tajo. Agua distribuida por una red con tramos de amianto, que revienta constantemente cuando hay aumento de presión para que el agua llegue a la parte alta; pagamos, también por nuestros depósitos de agua potable, que se vacían constantemente en verano, por el sobre-aumento de población, que pasa de 1.500 a unos 7.000 habitantes en época estival. Pagamos nuestra red de alcantarillado que no absorbe agua, sino que la vomita; pagamos por nuestra depuradora, que no deja vivir a los vecinos de la Calle Río Alberche, por el olor fétido que desprende. Pagamos nuestro impuesto de circulación por calles mal asfaltadas, llenas de baches y sin aceras decentes, donde las hay. Pagamos por nuestras licencias de remodelación o construcción de nuestras viviendas o arreglos en ellas, etc. Todo ello suma más de 1.000.000 de euros anualmente, que se embolsa el Ayuntamiento de Santa Cruz del Rematar.

Calalberche tiene la desgracia de haber sido diseñada sin proyección de futuro. Fue encapsulada dentro de un territorio sin accesos propios de cara al exterior. Donde se acaba la urbanización, estamos en tierra extraña. Una salida es la prolongación de la Calle Ginebra, que pertenece al Ayuntamiento de Aldea del Fresno, CA de Madrid. Otra es el Camino Villa del Prado, perteneciente a Méntrida de la CA de CLM. Eso significa que, cualquier obra en esos accesos debe ser costeada, en parte por Aldea o Méntrida. Llevan décadas negándose a firmar acuerdos para que tengamos caminos o carreteras transitables para todo tipo de vehículos, mientras que esas dos poblaciones mantienen sus negocios, en parte, gracias al dinero que los vecinos de Calalberche dejamos comprando en sus tiendas, supermercados, gasolineras, veterinarios, médicos, dentistas, correos, bancos, colegios, pabellones municipales, etc.

Después de la DANA, Calalberche está atrapada en una ratonera. Derrumbada la base del puente de La Berciana, en la Calle Ginebra, nuestro transporte público dejó de prestar su servicio hacia Aldea y Madrid. Todo el tráfico, desde el día 4 de septiembre, incluido el escolar, es de paso obligado por el Camino Villa del Prado: con 3 metros de ancho, en su mayor parte; curvo, mal señalizado, donde de noche pueden cruzar jabalíes; lleno de baches, cuando no son balsas de agua con grandes socavones ocultos, que te destrozan las ruedas o el chasis de tu vehículo, por donde ahora transitan todo tipo de vehículos, además del autobús escolar y el regular de pasajeros, deteniendo el tráfico, porque no se pueden cruzar con otro vehículo, por la estrechez del paso.

El día 18 de octubre nos “repusieron” el servicio de autobús, pero con tan sólo cuatro salidas/entradas diarias y dos paradas en la parte baja, para casi 45 kilómetros de calles. Lo que supone que, los que viven arriba de pronunciadas cuestas, tienen que subir 1,5 km porque no hay ninguna parada en la parte alta. Antes, el 548 era un servicio del Consorcio de Transportes de la CA de Madrid, pagábamos 1,50€ para llegar a Aldea. Ahora, a pesar de ser zona catastrófica, la CA de CLM nos obligan a pagar 1,30€, aunque el primer día cobraron 1,40€, para llegar a Méntrida, además de tener que transbordar dos veces antes de llegar a Madrid.

Con las lluvias recientes se siguen inundando las calles cercanas al río, pero no hay proyecto para arreglar el alcantarillado. (Continuará)

sábado, 24 de abril de 2021

El arte de no entrar en debate

"La democracia es frágil" (Biden). No la dejes escapar como el agua entre tus dedos.


Ayer en el debate de las elecciones del 4M para la Asamblea de Madrid, organizado por la cadena de radio La Ser se puso de manifiesto la fragilidad de la democracia en estos momentos en España.

 

La candidata de VOX, el partido ultra-conservador de la derecha, la Sra. Rocío Monasterio, llegaba con un látigo en la lengua, para fustigar a los demás participantes. Primero descargó su bilis contra el Sr. ex-vicepresidente Iglesias. En aras de un buen gesto anti-democrático le gritó a éste que abandonara el debate, cuando él pidió a los asistentes que hicieran una declaración explícita de "no a la violencia" sobre los ataques recientemente recibidos contra él y su familia.

 

Durante la primera parte del debate, la Sr. Monasterio se dedicó a interrumpir en múltiples ocasiones, de forma grosera, a los demás intervinientes, mostrando su gran talante anti-democrático y autoritario.

 

La moderadora trató de que el debate se fuera encauzando hacia uno con propuestas, pero su cadena de radio no mostró el reloj de contar el tiempo. Lo que supuso un gran fallo democrático, ya que no se distribuyeron los tiempos equitativamente. Práctica totalmente incorrecta en cualquier debate electoral en España.

 

El candidato del partido de centro, Edmundo Bal, se centró en la exposición de sus propuestas, pero se vio constantemente interrumpido por los exabruptos comentarios de la Sra. Monasterio, más las oportunas interrupciones del candidato del partido Socialista, Sr. Gabilondo, al que no convenía de ninguna manera, que el Sr. Bal consiguiera su objetivo de ir al grano.

 

Gabilondo trató de convertir el debate electoral en una charla entre amigos, primero. Luego, dado que era incapaz de hacer propuestas, comenzó a criticar las del Sr. Bal, recordándole que en Madrid no se habían aprobado los presupuestos para este año. Aunque él sabía perfectamente, por la prensa, que el mismo día que se iban a aprobar dichos presupuestos a las 5pm, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Sra. Ayuso, cerró la Asamblea alegando un miedo a una supuesta moción de censura que podía, supuestamente, presentar su socio de gobierno, Ciudadanos.

 

La Sra. Ayuso, candidata por el partido conservador de la derecha, PP, se había negado a asistir a este debate. Ella es reacia a esta práctica democrática. Es una deslenguada, carente de empatía con un carácter autoritario, totalitario y poco dado a presentar datos o propuestas, además de estar acostumbrada a hacer de su capa un sayo.

 

Luego, el Sr. Gabilondo llamó a la aportación de Ciudadanos al gobierno madrileño “gobierno fallido”, a lo que se considera internacionalmente “el milagro de Madrid”, pero como no sabía explicar por qué, la presentadora le dejó en suspenso el turno de palabra del Sr. Bal, para hacer una pausa conveniente. Probablemente, por órdenes de su cadena, en vista de que las intervenciones del candidato a favorecer, Sr. Gabilondo, no le favorecían a él sino al candidato de Ciudadanos, partido víctima de OPAs de la derecha e izquierda.

 

Detrás de las cámaras, el Sr. Gabilondo y la Dra. Mónica García, de Más Madrid, llegaron al acuerdo de no continuar el debate. Seguramente habían sopesado que el éxito se lo estaba llevando el Sr. Bal, lo que no era conveniente para el bloque de izquierdas, ya que ni ellos dos, ni la Sra. Monasterio habían logrado sacarle de sus casillas.

 

Así que, sin escuchar los ruegos del Sr. Bal en favor de la palabra y del debate como instrumento democrático, los candidatos de la izquierda anunciaron su abandono del debate. Lograron que la presentadora lo suspendiera, evitando que el Sr. Bal retomara su turno de palabra.

 

Debate de La SER completo: https://www.youtube.com/watch?v=RMai7UVSMgs&t=7629s

 

lunes, 11 de febrero de 2019

10F Día de las banderas


 
Foto tomada por Antonio García Minguez

Al salir de casa tenía mis dudas. No podía imaginar cuánto éxito o fracaso podría tener la concentración en Colón.

Cuando conducía por la A5 hacia Madrid, veía muchos coches en la misma dirección, pera también muchos en dirección contraria. A medida que me iba acercando a Aluche el tráfico se hacía más denso.

En un momento dado rebasé a un autocar procedente de Extremadura. En ese momento me emocioné. La vista se me volvió borrosa y las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas.

Por mi mente comenzaron a fluir los recuerdos de la noche del 23F. Ni mi esposo ni yo pudimos dormir. Pegados a la radio, escuchamos el directo transmitido por la Cadena SER. Sobre las tres de la madrugada, presa del pánico, pedí a mi marido a que me bajara del trastero la maleta donde yo guardaba todos los panfletos que había recogido a las salidas del metro de Madrid. Durante mis cinco años de estudios de Periodismo, había ido recopilando todas las octavillas que me topaba sobre huelgas, mítines, concentraciones, … emitidas por los sindicatos y partidos políticos  -muchos de los cuales eran entonces ilegales.

Aquella maleta era mi hemeroteca para hacer en un futuro mi Tesis doctoral. Era un tesoro de información para mí. Era grande y muy pesada. Entre los dos la subimos al coche. La arrojamos a un vertedero de basura, no sin antes abrirla, esparciendo todo su contenido. Regresé a casa desinflada y con la sensación de haber destruido años de lucha por la libertad. Esa misma sensación de destrucción de libertad se ha ido apoderando de mí durante varios años, a medida que los discursos desfasados de la izquierda rancia española han ido socavando las mentes objetivas de los españoles.

Ayer aparqué en Lago. El aparcamiento estaba abarrotado. 

Me metí en el metro, pero no veía a nadie con banderas, aunque había mucha gente.

Comencé a ver las banderas al ir bajando hacia Colón desde la estación de Alonso Martínez.

Compré un abandera grande. Más adelante otra mediana, pero con asta. 

Nunca antes me había manifestado con la bandera de España. En las anteriores concentraciones de Colón, había visto a grupos de personas con la bandera y me causaban miedo. Temía que fueran de extrema derecha y que pudieran agredirme. Los relacionaba con grupos violentos. Esa ha sido una de las consignas aprendidas durante estos años: “la bandera española es mala porque representa al franquismo”, y “el no ser de izquierdas no es progre, porque la derecha es el fascismo y la violencia”. Sobre mi alma, también, pesaba el espíritu de los Tejero y el terror a un nuevo Franco o Hitler. No me daba cuenta de que con esa infiltración que me provocaba miedo, lo que hacían era vendarme los ojos para que no viera más que lo que las izquierdas españolas nos han estado vendiendo, coartando así mi falta de espíritu crítico ante las evidencias.

Pero hoy, con las dos banderas me sentí liberada de ese prejuicio. Ya no tuve miedo de exhibirme llevando la bandera de España en público. Era yo misma, pero más valiente y más hermanada con los catalanes que ahora están reprimidos, oprimidos y amedrentados por los separatistas.

Poco a poco me fui uniendo a todos aquellos miles de españoles que estaban allí para pedirle al Gobierno del Sr. Sánchez que se vaya y deje hablar a las urnas. Para demostrarle que queremos un juicio contra los golpistas, con pruebas irrefutables para que pasen una buena cantidad de años a la sombra, hasta que aprendan que contra la unidad de España no se juega.

La mayoría de los que me rodeaban eran casi todos de mi misma edad o mayores. Eso me hacía sentir un poco de frustración. Poco a poco se fueron acercando personas más jóvenes. Comencé a estar rodeada de personas de mediana edad. Los más jóvenes llegaron un poco más tarde. Varios de ellos me pidieron hacerse fotos conmigo porque yo portaba uno de los escasos carteles que decía:
“GOLPISTAS A PRISIÓN”.

La presencia de jóvenes reavivó la fe que tengo puesta en una España más justa, más unida, más democrática y menos corrupta en el futuro. Una España que haya superado los prejuicios de “izquierda” y “derecha”, y que se una por un objetivo común: construir una España fuerte, de progreso e innovadora, donde se valore el capital invertido en la educación de nuestros jóvenes, y que estos no tengan que seguir emigrando para ganarse un sustento.

El encuentro de los españoles que estuvimos ayer en la Plaza de Colón ha marcado un hito en la historia de España. Las cifras oficiales dicen que éramos 45 mil. Yo no entiendo de cifras. Solo sé que los ecos se oían desde todas las calles adyacentes, y al deshacerse la convocatoria se veían personas en Castellana a lo lejos, Serrano, la subida a Alonso Martínez.

Yo no había visto nunca tal concentración de españoles con banderas de España, aunque también había muchas de Europa, y algunas diferentes, pero desperdigadas: una de la “España Antigua” con la Cruz de Borgoña, otra con el Toro de Osborne, otra con el escudo del Águila negra de San Juan, una oficial catalana, otra de la Legión y una antigua que no supe reconocer, pero no las había con signos partidistas. Tan solo, en la esquina izquierda de la fuente, se enarboló una bandera mediana de VOX. Algo que no me pareció correcto, en un día donde se había acordado no exhibir símbolos de los partidos convocantes.

Estuve junto a un matrimonio venido de un pueblo de Cataluña. Habían viajado toda la noche. Llevaban muchos años viviendo allí, aunque habían nacido en Extremadura. Me comentaron que estaban felices de enarbolar la bandera de España, porque si lo hubieran hecho donde viven, temían que los mataran. Me dijeron también que, el resto de España, desconoce el terror bajo el que viven los provenientes de otras partes de España y residentes en Cataluña. Ella lloraba mientras me contaba esto.
Luego, casi al final, bailamos juntas y felices el "Viva España". Ellos se marcharon muy esperanzados, con la ilusión de que el Gobierno escuchara a los manifestantes y acabara con el terror de los CDR.

Digan lo que digan los medios que apoyan a este Gobierno abyecto que desprecia el valor de la unidad de España, creo que hoy en día el presidente Sánchez, debe reflexionar, sobre lo que le va a suceder al PSOE, si él sigue en el poder. Porque al hartazgo de los españoles ya no lo frenan sus mentiras.