¿Cómo ha cambiado la
situación de las madres españolas desde que yo fui madre?
Cuando yo tuve a mi hija
en marzo de 1979, para poder terminar mis estudios de periodismo la tuve que
llevar conmigo todos los días en el metro, viajando casi dos horas, para llegar
a mi Facultad. La dejaba al fondo del aula, mientras asistía a clase. Mi esposo
enseñaba a 120 kilómetros y no nos llegaba su sueldo para pagar una guardería.
Al nacer mi niño, en
1981e, sufrió una crisis de bilirrubina. Estuvo una semana en la incubadora. Me
prepusieron irme a casa y volver al hospital 3 veces al día para darle mi leche
con un biberón. Me negué y me quedé en el hospital hasta que salí con mi hijo.
Subía desde mi habitación a darle de mamar con la frecuencia necesaria. Aunque, después del tercer día, ya no recibí más atención médica por parte de la Clínica, ni siquiera un desinfectante para lavarme la herida aún abierta.
¿Qué facilidades tiene
una madre de hoy en día ante alguna de estas situaciones o parecidas? En este
mundo tecnológico en el que tanto se habla de progreso ¿cómo ha evolucionado
para facilitarle la vida a las madres, portadoras y cuidadoras de la vida
humana de nuestro planeta?
El Real Decreto 1251/2001
regula las prestaciones de la Seguridad Social por maternidad y riesgo durante
el embarazo. Según esta ley, si estoy trabajando, tengo derecho a un baja de 16
semanas ininterrumpidas. En caso de que mi bebé tuviera que quedar
hospitalizado, tendría derecho a otras 13 semanas más, como máximo. Bien,
entonces, si mi bebé hubiera nacido con una dolencia que requiriese un periodo
mayor de atención hospitalaria, se tendría que quedar en el hospital sin que su
madre pudiera estar de forma permanente con él o ella. ¿Es que un bebé de 7
meses y 1 semana hospitalizado es ya un adulto que pueda valerse por sí mismo
sin atención maternal?
Veamos lo que han conseguido
los sindicados que tanto reivindican el derecho de los “trabajadores”. En el Estatuto
de los Trabajadores, en su artículo 37.4, se dice: "Las trabajadoras, por
lactancia de un hijo menor de nueve meses, tendrán derecho a una hora de ausencia
del trabajo, que podrán dividir en dos fracciones”. ¡Perfecto! Si soy madre
lactante, o traigo mi bebé al trabajo, para poder darle de mamar al menos 2
veces durante mi jornada laboral, o tengo que mudarme cerca de mi trabajo, para
que en 30 minutos me dé tiempo a llegar a casa, asear mi pecho, sentarme
relajadamente a darle de mamar. Asearme el pecho de nuevo, y estar de vuelta en
mi puesto de trabajo al cumplir esa media hora. Las mujeres somos famosas por
desarrollar estrategias inverosímiles, pero señores sindicalistas ¡no tenemos una
varita mágica para detener el tiempo! Hay algunas otras soluciones tan
maquiavélicas como esta, que no merece la pena ni mencionar. No estoy en contra
del permiso por paternidad, pero creo que va en detrimento del periodo de lactancia.
Si tuvieras que amantar a
tu bebé por medios artificiales por razones médicas... en 2015 te daban un
subsidio de 532€ si estás al corriente de las cotizaciones con la SS, pero te lo
quitan si descubren que estás trabajando por cuenta propia o ajena. Es de decir
que, si no puedes trabajar en tu negocio, por ejemplo, por estar enferma,
tampoco puedes hacer ningún otro trabajo que tu estado de salud te permitiera y
deberías optar por morirte de hambre junto a tu bebé o vivir de la caridad mientras
no te recuperes. Yo a estas medidas les encuentro visas de “terrorismo anti-femenino”,
¡como poco!
Los padres españoles tienen
el tiempo irrisorio de 13 días (ya el trece es sospechoso, ¿porqué 13 y no 31?)
de permiso o de 15 para partos múltiples. Si el parto es múltiple, habría que
multiplicar el 13, al menos por el número de bebés. ¡Algo de lógica matemática!
En cualquier caso, siempre la ley española por detrás del resto de las europeas
al respecto.
Si según La Organización
mundial del Trabajo, las mujeres embarazadas, no pueden “levantar o empujar
grandes pesos”, me gustaría conocer si hay estadísticas de mujeres embarazadas
que han sido trasladadas a un puesto de trabajo que no implique este riesgo
durante y meses después de haber dado a luz. En este documento de la SS (1) encontramos
todos los riesgos a tener en cuenta para la embarazada. Si no ese le hubiera cambiado de puesto, el
Estatuto de los Trabajadores regula la suspensión del contrato de trabajo: el
Instituto Nacional de la Seguridad Social debería resolver en 30 días a favor de
la embarazada para que le sea abonado el 100% de su salario por la Mutua del
trabajo. ¿Cuántas mujeres son despedidas en 2018 ante este riesgo? No he podido
encontrar estas estadísticas. ¿No son de interés público?
Lo que sí he encontrado
es este documento (2) con estadísticas de la protección social en la Unión europea
desde 210 a 2014, que es el más actualizado. En su página 16 tenemos la tabla
de gastos en prestaciones por protección social. En 2010, se gastaban en España
6.0 millones de euros en protección social para familia e hijos con una población
de 47.02 millones de habitantes. En 2014, se gastaron 5.3 millones para una
población de 46,77 millones de habitantes. Los beneficiarios de prestaciones
familiares por parto, etc., (2. P. 5) con madres discapacitadas fueron 291
mientras que en 2016 fueron 283. No sé
si esta reducción se dio porqué las embarazadas estaban más sanas o porque disminuyeron
los casos de protección. Las cifras totales de protección por nacimiento o
adopción se redujeron de 2015 a 2016. Si
después del parto, tu bebé tiene alguna discapacidad, tienes dos clases de pago
único anual: 1.000,00 si estás dentro del régimen de la SS o una reducción anual
de 1.200,00 euros en tu declaración del RPF, si eres autónoma. Creo que con este
pago único no llega ni para comprar pañales.
Teniendo en cuenta las
cifras que, tanto la UE como España se están gastando en la protección a la
mujer embarazada, está claro que las políticas de protección a la familia, al
embarazo y a la protección de la mujer embarazada en situaciones de riesgo son
una miseria.
Creo que las mujeres
trabajadoras estamos luchando por un puesto de trabajo que no nos recompensa en su
justa medida. No recompensa nuestro esfuerzo, no solo en el mundo laboral y
académico, sino que va en detrimento de nuestra vida familiar, que no solo no
la beneficia, sino que la perjudica.
Propongo una huelga mundial
de mujeres durante 30 días en el mes de marzo de 2019, para que las madres y
futuras madres tengan las garantías suficientes para poder conciliar su vida
académica o laboral con su vida familiar.
Objetivos a conseguir: 6
meses de baja por maternidad, 2 meses de baja paternal después de esos 6 meses,
baja indefinida para madres con bebés hospitalizados, guarderías en lugares de
trabajo y en centros de enseñanza de adultos, aumento razonable de la cantidad
en el pago único o deducción de impuestos anuales, aumento razonable de
prestación por hijo y superior en caso de hijos discapacitados.
¡Cambiemos el mundo que los políticos nos han impuesto, en su propio beneficio!
h 2. http://www.empleo.gob.es/es/estadisticas/anuarios/2016/PSE/PSE.pdf (Visitado 14/0372018)